La capacidad que tienen las plantas para tomar los elementos necesarios de su entorno y usarlos en la síntesis de sustancias esenciales o como fuente de energía es una herramienta vital. El proceso mediante el cual se suministran y se absorben dichos elementos, necesarios para el adecuado funcionamiento de las secuencias metabólicas, implica una compleja serie de reacciones a nivel celular que aseguran altos niveles de sanidad y productividad del cultivo.
Es importante resaltar que cada cultivo requiere una combinación específica de elementos esenciales para mantener sus procesos metabólicos adecuadamente activos.
VITAE maneja en moléculas de alta eficiencia, biodisponibilidad y biocompatibilidad, todos los elementos esenciales para mantener el equilibrio nutricional de cualquier cultivo.
El carbono es la unidad estructural básica. Mediante el proceso de fotosíntesis, las plantas absorben CO2 que interactúa con el hidrógeno y el oxígeno para formar carbohidratos, la fuente primaria de energía.
El hidrógeno
es parte fundamental del proceso fotosintético al participar en la formación de carbohidratos, mediante reacciones con el O y el C.
La planta descompone los carbohidratos para obtener energía mediante el proceso de respiración. El oxígeno es el elemento clave en este proceso.
Se obtiene del proceso de fijación efectuado por diferentes microorganismos del suelo. Es elemento fundamental en la formación de amino ácidos, proteínas y ácidos nucleicos, las principales sustancias en la formación de las células (crecimiento); es también un componente básico del ADN
El fosforo, aunque es un elemento poco soluble, es fundamental para el manejo de la energía (ATP), el crecimiento de las plántulas y el desarrollo del sistema radicular. Adicionalmente, mejora los procesos de maduración y ayuda en la producción de semillas
El azufre es un elemento clave en la síntesis de carbohidratos y en la formación de sustancias indispensables para los mecanismos de defensa de las plantas contra patógenos. Complementariamente, ayuda en la recuperación del tejido cuando se presenta daño mecánico
El potasio funge como promotor en el crecimiento y desarrollo general de la planta. Eleva la resistencia a posibles ataques de plagas y enfermedades. Incrementa el tamaño, el peso y la calidad de los frutos, granos y hortalizas.
El calcio tiene principalmente una función estructural dentro de la planta aumentando la resistencia de la pared celular. Es también promotor de crecimiento. Influye en la permeabilidad de la membrana y por consiguiente en la absorción eficiente de nutrientes.
Entre las funciones del magnesio se encuentran la formación de ATP, principal fuente de energía de las plantas, la fijación de CO2 durante la fotosíntesis, la síntesis de proteínas, activación de enzimas relacionadas con el desarrollo vegetal y la más importante, es el átomo central de la clorofila.
Aunque no es realmente un elemento que tenga funciones nutricionales, el ion sodio cumple un papel fundamental en la eficiencia hídrica de la planta al estar directamente relacionado con la presión osmótica celular. También, y como parte de los procesos metabólicos de las plantas, es un activador de enzimas.
Aunque para algunos expertos el Silicio no es un elemento esencial, juega un papel importante como cofactor de funciones metabólicas y eleva la resistencia de las plantas a efectos de stress bióticos y abióticos como una mayor resistencia a la falta de agua o mayor resistencia al viento.
El Hierro es un elemento esencial en la planta ya que hace parte de varios procesos metabólicos como la producción de clorofila, la fijación de nitrógeno y la respiración celular. Es también componente de varias enzimas y pigmentos.
El manganeso está involucrado directamente en la síntesis de clorofila y de vitaminas, aminoácidos, ATP y lignina. Al mismo tiempo juega un papel fundamental en la fotosíntesis, la respiración celular, la asimilación de CO2 y en el transporte de otros nutrientes esenciales.
El cobre está involucrado con la síntesis de lignina y otros procesos enzimáticos. Participa en la fotosíntesis y en el metabolismos de proteínas y carbohidratos. Es elemento fundamental en la activación de los mecanismos de defensa de las plantas contra ataques de patógenos.
El zinc participa en la síntesis de carbohidratos, en la producción de almidón y en el metabolismo hormonal de la planta. Mejora la maduración y la producción de semillas al favorecer la fertilidad del polen. Es un cofactor básico en la activación de los mecanismos de defensa de la planta contra patógenos.
El molibdeno es clave en el proceso de fijación de nitrógeno atmosférico y la asimilación del fósforo inorgánico. Promueve el desarrollo y crecimiento de la planta al favorecer el buen desarrollo de los nuevos brotes.
El boro favorece la estructura celular y la formación de raíces; es cofactor en la fijación de nitrógeno y eleva la resistencia de la planta a los ataques de patógenos. Es también elemento esencial para mejorar la calidad del polen y de los frutos.
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